La buena comunicación aporta bienestar

El placer está relacionado con la supervivencia. Por ello, los humanos lo pasamos bien practicando sexo, comiendo e interactuando socialmente para obtener apoyo emocional y reconocimiento social.

Pero en estas tres facetas de la vida, no siempre nos comportamos de manera inteligente. Quizás disfrutamos comiendo, pero no seguimos la dieta que más nos conviene. Puede que tengamos una activa vida sexual, pero a veces es fuente de insatisfacción y dolor.

Lo mismo pasa con nuestra vida familiar y social. Deberían procurarnos seguridad, amor y respeto en un dar y recibir permanente. Pero no siempre actuamos con plena conciencia para vivir armónicamente con el entorno. Nos falta llevar más lejos nuestras habilidades de comunicación, perfeccionarlas, ponerlas al alcance de todos. Nos falta saber más sobre nosotros mismos, sobre nuestro comportamiento, sobre el funcionamiento del cerebro, sobre las posibilidades de mejora y cómo aprovecharlas.

Y uno de los campos que todavía tenemos que explorar es el potencial de la comunicación no verbal, para influir en nosotros mismos y en los demás. Dado que el comportamiento no verbal está siempre presente en nuestras relaciones, si lo manejamos inteligentemente, podemos conseguir que estas sean más placenteras, productivas e inspiradoras. Y, sobre todo, que garanticen la dignidad de las personas.

Para ser más feliz en las relaciones es imprescindible:

  1. Conocerte bien a ti mismo
  2. Observar a los demás
  3. Ser consciente de tu comunicación
  4. Tener unas habilidades bien entrenadas

Pero todo esto no es suficiente sin generosidad, compasión y empatía. Porque la buena comunicación tiene corazón.

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