Más allá de las acciones o palabras agresivas que a todo el mundo le vienen a la cabeza cuando hablamos de malos tratos, en el día a día también pueden aparecer pequeños malos tratos de forma mucho más reducida a través de mensajes y actitudes sutiles, pero no por ello menos dolorosas. A veces cuesta detectarlo, pues suelen empezar como un hecho puntual o también la omisión de un acto que la otra persona necesita. Esta semana nos centramos en estos pequeños gestos y comportamientos que, de un modo u otro, afectan y ofenden la autoestima de nuestro interlocutor.