A todos nos encanta gustar porque aumenta nuestra autoestima; también nos interesa saber si nuestra atracción hacia alguien es correspondida o no, para evitar hacer el ridículo en determinadas situaciones. En este proceso de seducción es muy importante el lenguaje corporal. A través del aspecto y de los movimientos podemos causar un buen impacto inicial y hacer que la otra persona esté más dispuesta a relacionarse con nosotros.
En el ritual de la seducción es importante conocer estas herramientas:
- El entorno: Las situaciones informales favorecen una relación más cercana entre personas. Los espacios abiertos no favorecen una relación de tú a tú. Intenta buscar un entorno más cerrado si quieres más intimidad.
- Imagen para atraer: cuida tu piel, higiene y forma de vestir; piensa que el estilo que define tu apariencia marcará el tipo de relación y de personas que se puedan sentir atraídas hacia ti.
- Cuerpo: los movimientos abiertos son los más propicios para la comunicación; no te muestres a la defensiva cruzándote de brazos o con las manos en los bolsillos.
- Miradas: muchas veces no nos damos cuenta, pero las pupilas dilatadas indican que nos gusta alguien. Hay estudios que demuestran que, además, resultan atractivas a quien nos mira. Puedes propiciarlo disminuyendo la intensidad de la luz.
- Sonrisa: debe ser sincera y provocar acercamiento. Cuando alguien te sonríe te está invitando a que te acerques a él y también es un signo de amabilidad. Favorece la interacción con una sonrisa y con una mirada.
- Acortar distancias: reducir el espacio entre ambos os dará sensación de intimidad.
- Hablar y reír: saca temas de conversación que os interesen para buscar puntos en común. Utiliza el humor para poder reír juntos. La complicidad une.
- Tacto: propicia momentos de tacto para ver cómo reacciona el otro ante esta situación. Hazlo con mucha prudencia y no insistas si percibes rechazo.
También es necesario que reconozcas algunos comportamientos que signifiquen una falta de interés por parte del otro:
- Falta de sonrisa.
- Brazos cruzados.
- Cuerpo hacia atrás.
- Frotarse los ojos, rascarse la oreja o la nuca.
- Desviar la mirada.
- Prestar más atención al móvil.
- Movimiento continuo de pies.
Ahora que ya tienes algunos consejos para seducir, atrévete a ponerlos en práctica en cualquier ocasión que se te presente. Y recuerda: los grandes seductores son valientes y no temen un “no”.