¿Cómo utilizan el tiempo las mujeres de éxito?

¿Cómo utilizan el tiempo las mujeres de éxito?

Soy mujer profesional, directiva… y madre, pareja, amiga, ciudadana. Y hay muchos días que no llego a todo. Muchas de las personas que ahora me estáis leyendo os sentís identificadas en este perfil. Pero no quiero hablaros de cómo aumentar la productividad (que seguro que ya es altísima) sino de cómo utilizar el tiempo de manera que juegue a nuestro favor, nos recompense bien y nos ayude a alcanzar el éxito profesional.

¿No has sentido más de una vez que tus malabarismos horarios y tu cansancio son infructuosos, invisibles y no remunerados? Yo sí. Y esto provoca estrés, rabia y decepción. Pero con la experiencia y observando a las mujeres que han llegado a la cima he descubierto cuáles son los mecanismos -muchas veces ocultos- que nos empoderan y nos permiten liderar nuestra vida.

No nos podemos permitir quedarnos estancadas después de años de lucha, ni quedarnos en segundo plano cuando hemos trabajado tanto y tan bien como otros compañeros. Vamos a ponerle remedio utilizando de manera consciente una parte de la comunicación no verbal: el uso del tiempo. Con ello podrás mejorar en la escala salarial, en visibilidad y en poder.

Puedes ver el vídeo sobre este tema en mi canal YouTubeEl uso del tiempo tiene sesgo de género

La cronémica al servicio de nuestros objetivos

El día tiene las mismas horas para todos. Pero el uso que hacemos de cada segundo dice mucho de nosotros: quiénes somos, qué relaciones queremos, qué priorizamos o el poder que tenemos.

Toma conciencia de que el uso del tiempo marca nuestra vida, condiciona nuestros éxitos y es parte de la imagen que perciben los demás. ¡Y esto está en nuestras manos!

Por eso es muy importante que tomes conciencia de en qué inviertes tu tiempo. No se trata sólo de aumentar tu productividad o estar mejor organizada en tu jornada laboral. Se trata de utilizarlo conscientemente como herramienta de comunicación, para poner límites y establecer prioridades, para ganar visibilidad y autoridad.

Especialmente si eres mujer te interesa revisar tu comportamiento cronémico (tu concepto del tiempo y cómo lo gestionas), una de las vertientes de tu conducta no verbal.  Porque somos nosotras las más afectadas por horarios irracionales de trabajo, el multitasking, el tiempo dedicado a los demás, la falta de autoridad sobre nuestras agendas, etc. Somos las mujeres, todavía las que menos decidimos acerca de nuestro propio tiempo. Y, si tenemos en cuenta que en una organización los horarios, el tiempo de las tareas, lo urgente o lo aplazable se decide de arriba hacia abajo, nos interesa analizar en qué situación estamos y ver si podemos hacer algunos ajustes en nuestra conducta para avanzar en el control de nuestra actividad diaria que es lo que está construyendo nuestro futuro.

Hay muchas técnicas que pueden ayudarte a gestionar tu tiempo de forma más productiva, pero en este artículo quiero centrarme en los aspectos que afectan de manera especial a las mujeres profesionales por cuenta ajena, a profesionales autónomas, a emprendedoras y a muchas directivas y empresarias. El uso consciente de nuestro tiempo, los ritmos y los patrones de relación con los demás son parte de nuestra Inteligencia no verbal.

Este es uno de los temas que trabajamos en el Curso de Habilidades de Comunicación para mujeres profesionales y directivas  y del que me gustaría adelantarte algunas reflexiones.

Para hacer un autoanálisis rápido, contesta sinceramente estas 5 preguntas y toma nota de las áreas de mejora que tienes pendientes todavía. Porque, aunque en teoría esto ya nos lo sabemos y puede estar superado, las estadísticas nos dicen que seguimos viviendo con unos patrones que no nos ayudan a alcanzar la igualdad real.

  1. ¿Planificas y organizas tu jornada laboral?

Es muy útil que planifiques a largo plazo según tus objetivos: ¿qué quiero conseguir? ¿dónde quiero llegar? ¿cómo me veo dentro de 15 años? Todas estas preguntas son esenciales para planificar tu carrera, tu negocio o tu evolución personal.

Pero para llegar a conseguirlo es importante que planifiques a corto plazo sin perder de vista los grandes objetivos. Organizar la semana y los días según tipos de tareas, prioridades y siempre pensando en la rentabilidad a corto y a largo de lo que estás haciendo.

Tener esta planificación a mano, en un documento fácilmente consultable te ayuda a no desviarte de las previsiones y te mantendrá a ti misma a raya ante posibles distracciones, tentaciones o imprevistos.

  1. ¿Están bien distribuidas las tareas del hogar?

En el ámbito doméstico las mujeres todavía cargamos con más tareas aunque trabajamos las mismas horas -o más- fuera de casa. Si es así, negocia una nueva distribución más equitativa, pide ayuda, delega y no te compliques la vida con obligaciones que te pones tú misma y no son prioritarias. Por ejemplo: puede ser importante para tu hijo organizar una fiesta de cumpleaños en casa pero busca la opción que implica menos desgaste para ti.

  1. ¿Sabes poner precio a tu tiempo?

Especialmente si eres una profesional autónoma: ¿sabes poner precio a tus servicios? Muchas veces regalamos nuestro tiempo, damos consejos sin cobrar, ponemos precios por debajo de lo que merecen nuestros conocimientos y habilidades. Tu tiempo profesional es escaso y tiene un valor. Si lo tiene para ti, lo tendrá para los demás, ya sean clientes o colaboradores.

  1. ¿Sabes delegar?

Las mujeres estamos acostumbradas a realizar todo tipo de tareas, muchas de ellas de gestión, intendencia, servicio a los demás en general. Y cuando podemos delegarlas muchas veces no lo hacemos porque se nos han inculcado estos deberes. Haz una lista de tareas que no te aportan valor, te interrumpen o te distraen y podrías delegar.

Dedícate a lo realmente importante.

  1. ¿Permites que se apoderen de tu tiempo?

Uno de los hábitos de las personas de éxito es que blindan sus agendas y horarios. Siguen su planificación. Limitan la duración de visitas y reuniones y, muy importante, no permiten interrupciones en sus momentos de concentración y trabajo productivo.

Haz saber a tu familia, a tu equipo, incluso a tus superiores que eres estricta con tu tiempo laboral. Convénceles de las ventajas de respetar los tiempos y tu necesidad de concentración. Te beneficiará no solo en cuanto a productividad sino también en imagen profesional.

Nuevos hábitos, nuevos resultados

Hemos visto las principales áreas de mejora en la optimización del tiempo. Hay más y podríamos entrar en más detalle. Pero ahora vayamos a los hábitos que podemos cultivar para conseguir mejores resultados, más reconocimiento, visibilidad y poder.

  1. Busca el equilibrio

Revisa si en tu estilo de vida hay tiempo para todo: familia y pareja, trabajo, amigos, tareas domésticas, alimentación y descanso, tiempo personal para relajarte, cultivarte y para la espiritualidad. Todo es importante y todo tiene su momento. Paradójicamente, el tiempo que dedicas al descanso o a la vida social interesante redundan en tu creatividad y eficacia.

  1. Cúidate física y mentalmente

No solo en cuanto a la estética se refiere. Es importante la salud mental y física. Evita caer en la trampa del estrés. El estrés puede tener graves consecuencias en la salud pero desde los primeros síntomas afecta nuestra imagen y nuestra capacidad para afrontar problemas, liderar, trabajar en equipo y, en definitiva, ofrecer una imagen de persona equilibrada y segura.

  1. Cultívate

Busca tiempo para mantener al día tus conocimientos y habilidades. Supera tus carencias y fórmate constantemente. Potencia tu creatividad. Infórmate de lo que pasa en el mundo. Invierte en lo que te hará progresar; hay mucho conocimiento disponible y un bombardeo constante de información. Y no hay tiempo para todo: enfócate en lo que te será útil.La gestión del tiempo para el éxito

  1. Trabaja en tu marca personal

No solo es importante trabajar bien sino también hacer que los demás lo sepan. Reserva una parte de tu horario a construir y consolidar tu marca personal. Hay que encontrar el equilibrio entre trabajar bien y hacerlo saber. Fomenta tu visibilidad como profesional porque esto te abrirá puertas.

  1. Prioriza

No tenemos tiempo para todo, así que tenemos que elegir. Quien mucho abarca, poco aprieta. Prioriza lo que más te acerca a tus objetivos.

  1. Concéntrate

No te creas la frase: Las mujeres podemos hacer más de una cosa a la vez. Podemos hablar y conducir a la vez, pero no podemos redactar un informe, preparar una presentación o revisar la contabilidad y estar pensando en la lista de la compra. Concéntrate una por una en las tareas que requieran un esfuerzo mental.

  1. No “pierdas” el tiempo

Hay muchas formas de perder el tiempo y una de las más habituales hoy es estar pendiente de las redes sociales.  Si no te aportan nada, olvídate de ellas.  Las redes tienen que ser útiles para tu objetivo pero no un ladrón de tiempo.

Limita los chats que entran en cualquier momento y que se extienden demasiado cuando muchas veces podrían resolverse con una llamada rápida.

También sucede lo mismo con los emails. Tener los avisos activados y bandeja entrante en escritorio por ejemplo son prácticas que expertos han detectado como de baja productividad. Es mejor agendar, adaptado a tu puesto de trabajo, cuando vamos a verificar emails, que tiempo vamos a dedicar y que prioridades vamos a dar a su gestión.

  1. Toma la palabra

En las reuniones, busca la visibilidad con tus aportaciones. Haz uso de tu tiempo para intervenir en las reuniones. Haz que respeten tu turno de palabra y desarrolla estrategias para que no te corten, te roben las ideas o te ignoren. Para ello necesitamos desarrollar una determinada actitud y conocer una serie de técnicas que nos permitan defender nuestras posiciones incluso en las situaciones más desfavorables. Como nos enseñaros más a obedecer que a defendernos, necesitamos reaprender algunas actitudes y esto es lo que hacemos en nuestro curso para mujeres.

  1. No seas tan perfeccionista

En general, las mujeres somos muy autoexigentes. Y tememos con frecuencia no estar a la altura; tendemos a pensar que otros saben más que nosotras lo que nos lleva a dedicar más tiempo a lo que hacemos.

Si eres excesivamente perfeccionista estás limitando tu progreso. Las cosas tienen que estar bien hechas pero no pueden someterse a mil revisiones porque entonces quedan bloqueadas. Y has invertido mucho tiempo en algo que no verá la luz. Como dice el refrán “lo mejor es enemigo de lo bueno”.

Así que ya sabes: Mejor hecho que perfecto. No caigas en la parálisis por análisis.

  1. Pon límites

Consiste básicamente en poner normas, en marcar unas pautas de comportamiento cronémico, para ti y para los demás. Esto exige ser asertiva, defender tus intereses y  saber decir “no”. Puedes decirte a “De 9 a 11, estaré trabajando en el proyecto X, “. Por lo tanto, corto el acceso a llamadas y mensajes y pido a mis colaboradores que no me interrumpan.

Las mujeres venimos de una tradición de trabajo doméstico, de organización del hogar y de cuidado de la familia. No recibíamos ninguna remuneración por ello, ni siquiera las gracias. Esto está cambiando mucho en una gran parte del mundo. Pero muchas veces nos comportamos, sin quererlo,  así todavía: con total entrega y sin pedir mucho a cambio, también en el área profesional. Una de las cosas que menos controlamos y más regalamos es nuestro tiempo y esto nos hace más débiles en el competitivo ámbito laboral y nos impide progresar.

Te invito a reflexionar y a que compartamos ideas y experiencias sobre este aspecto de tu vida. Sobre lo importante que es ser dueña de cada una de tus horas para llegar dónde tú quieras.

Puedes saber más sobre cómo optimizar tus recursos y aumentar tu éxito profesional en mi canal YouTube, en mis cursos para mujeres profesionales y directivas en www.verbalnoverbal.com y en mis libros.

 

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